Esta ruta permite admirar uno de los enclaves de mayor singularidad botánica de la Península Ibérica y disfrutar de maravillosas panorámicas. En el paraje de Las Acebeas se da un microclima especialmente húmedo y fresco. Gracias a él, bajo el dosel de pino laricio crece un sorprendente avellanar -el más meridional de España- con abundancia de acebos de gran tamaño. Abundan plantas trepadoras como la hiedra y la clemátide, y hay especies muy escasas en Andalucía, como la fresa silvestre y la hepática noble. El conjunto transmite una sensación de frescura y abundancia vegetal propia de los bosques norteños.
La ruta la comenzamos antes de lo previsto y el frío se notaba bastante, pero ese frío iba disminuyendo conforme ascendíamos a los casi 1.700 metros de altitud hasta llegar a la cumbre del Navalperal.
Ya en la cumbre disfrutamos de un desayuno estupendo en la caseta de Refugio y desde allí hasta el punto al punto geodésico, donde se podía admirar también de maravillosas vistas que solo a esa altura se pueden ver.
Bajando para el punto de origen pudimos ver la misma ruta pero con diferentes colores lo cual la bajada la hizo distinta y podíamos ver como descendiendo cambiaba el tipo de naturaleza.
A la llegada al punto de partida decidimos ir primero a comer al Área Recreativa los Negros, en la cual pasamos muchísimo frió y desde allí a Segura de la Sierra a visitar el Castillo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario